Vivir del arte implica negociar no sólo con clientes o personas que quieren adquirir los productos que desarrollamos por nuestras propias búsquedas estéticas que están directamente relacionadas con nuestras motivaciones, sino también negociar con posibles clientes que también quieren decir algo a través del arte que hacemos.

En esta discusión, que nos lleva a muchos problemas conceptuales, es en la que enmarcamos este segundo episodio: que si la motivación es la base de la creación, que si es igual un concepto de un cliente que uno personal, que si podemos vincular nuestros conceptos con los de la marca del cliente.

Nos acompañaron Alessandra Carughi, gestora cultural que ha llevado el arte del neomuralismo a muchísimas espacios comerciales y Cocolvú, un neomuralista con experiencia en el desarrollo de proyectos personales y para marcas. Su posición es bastante interesante, porque para ambos la mezcla puede o no lograrse, pero lo importante en el proceso es el vínculo del artista consigo mismo.

Los invitamos a escucharlos: