En Octubre inicia la segunda temporada de la obra “La última cinta de Krapp” en el Teatro Libre del Centro montada por la compañía “La Última Cafetera de Krapp”. Este grupo, que nació precisamente debido al mencionado montaje, basó su trabajo en una juiciosa investigación académica y actoral. De dicho ejercicio nació una joven e interesante propuesta que no le tiene miedo a presentar teatro clásico, alejándose de esquemas contemporáneos que tienden a hacer un uso injustificado de la tecnología en escena, olvidándose de la reflexión y búsqueda actoral.
Krapp, texto del irlandés Samuel Beckett, desgarra a un hombre viejo que se ve enfrentado a un yo más joven, soberbio y ególatra, pero menos desencantado de la vida. A través de las cintas magnetofónicas que en cada uno de sus cumpleaños ha grabado, Krapp desarrolla una absurda conversación con un “sí mismo” a quien ya no reconoce, con una historia que para él ya es vacía. Aunque aparentemente no pasa nada, como en la mayoría de obras del autor, las reflexiones del protagonista enfrentan al actor y al espectador a una re-lectura del “yo”, del paso del tiempo, del cambio, del recuerdo y del olvido.
A través de ese viejo magnetófono, conseguido en una vieja tienda de antigüedades, escuchamos la voz de Krapp joven, grabado por Julián Guerra, quien también interpreta a Krapp viejo. Es muy interesante ver cómo un recurso tecnológico de la época nos hace pensar en la forma en la que hoy en día recogemos nuestros recuerdos, pues a pesar de tener métodos con una fidelidad y capacidad infinitamente mayor, nos olvidamos rápidamente de ese enorme registro que tenemos de nuestras vidas.
Del 8 al 17 de octubre
Teatro Libre Centro
Calle 12B N° 2 – 44 – Barrio La Candelaria
Con: Julián Guerra
Dirección: Adriana Marín
Por ahora los dejamos con estos personajes detrás de esta producción, para que expliquen aún mejor esta obra que ha sido tan aclamada por actores, escritores y directores que ven en ella un reto excelente.
Fotos por: Vanessa Calderón, cortesía para “La última cafetera de Krapp”.