Festivales digitales, ¿el futuro o sólo una novedad pasajera?

Imagen Del Cartel De Youfest iTunes y YouTube cada uno por su lado lanzó hace varios años un festival de música digital. Hoy en día cada uno tiene una forma de hacerlo que parece ser diferente la una de la otra, pero en esencia considero que buscan lo mismo: promoción de sus empresas: Apple y Google.

El iTunes festival es de cierta forma más exclusivo, más pulcro, y tiene una mayor dedicación a su diseño y comunicación. Durante una temporada el festival se desarrolla en algún lugar del mundo y se emite en vivo a través de iTunes con la posibilidad, por tiempo limitado, de ver después cada presentación. En principio se realizó durante un mes completo en Londres con presentaciones de artistas de diferentes géneros, pero que de alguna forma u otra son exitosos en la tienda de la empresa fundada por Steve Jobs. Este año, además, añaden una nueva presentación que durará cinco días en uno de los festivales más importantes de medios: el South By South West. Todos los festivales han sido gratuitos, algunos con presentaciones especiales y entrevistas además de los conciertos, pero el único requerimiento es tener una cuenta en iTunes Store. Las entradas, sin embargo, cuestan, pero cuestan un precio razonable.

El YouFest, en cambio, es un poco más sucio. Las presentaciones son de artistas exitosos únicamente en YouTube y que han logrado muchos seguidores que interactúan con el contenido y lo comparten. De esta forma en el festival participan músicos, deportistas (extremos principalmente), realizadores de videos virales y hasta Freaks dignos de pertencer a un circo ambulante pero que gracias a YouTube son famosos mundialmente sin salir de la casa. El festival, de nuevo, es gratuito en Internet con algunas entregas especiales con costo y es organizado en ciudades principales de Europa donde entrar tampoco es muy costoso.

En ambos casos los festivales le dan al público una forma interesante de interactuar con sus artistas favoritos y de consumir contenido mediático de una manera más global y sin salir de casa. El negocio, sin embargo, de ambas empresas, pareciera ser continuar captando información para ampliar sus bases de datos y competir entre la una y la otra para tener la mayor cantidad de gente posible reclutada en su pelea digital y empresarial.

Me parece sin embargo, que el tema lo han trabajado desde el 2007 en Apple y 2010 en YouTube y en ninguno de los dos casos se ha innovado mucho más allá de presentar un festival por Streaming de manera gratuita, herramienta que fue mucho más innovadora en festivales internacionales como el Coachella, Rock in Rio y hoy en día hasta con Sitges Film Festival y el Festival de Cine de San Sebastián que le dan a sus seguidores contenido especial a través de YouTube de forma gratuita y contenido especial para sus inscritos. En San Sebastián incluso desarrollaron una plataforma para que los inscritos al festival pudieran ver la mayoría de películas por Internet durante un mes sin necesidad de asistir físicamente a la ciudad Vasca.

Probablemente en los dos casos de festivales que nacieron para ser digitales, el asunto es una imitación de las estrategias de comunicación que festivales más tradicionales ya usan desde hace un buen tiempo y su objetivo fue darle estas herramientas a esos festivales. El caso de iTunes este año en el SXSW es un clarísimo ejemplo o de la emisión digital global en YouTube de Coachella o Rock in Rio.

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Así que seguramente los festivales digitales no son una moda pasajera, pero sin una realización física real y más tradicional, no parecen existir modelos para que un festival llegue a la calidad de internacional o masivo. La razón es muy sencilla, una persona se fideliza, aún hoy en día, gracias a la existencia de formatos físicos, que puede atesorar y volver a usar. En el caso de los festivales el recuerdo de una experiencia vivida en carne y hueso es mucho más impactante que el recuerdo de estar sentado frente a una pantalla que en realidad no logra ser lo suficientemente interactiva como para generar un gran impacto en el consumidor. Pasajera, pasajera no es, pero completamente digital, tampoco lo es ni parece que vaya a ser.

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