Woodstock. El Mito

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Desde entonces los festivales no son lo mismo. Para grandes artistas tocar con muchas más bandas no parecía ser beneficioso, no parecía traer más fans, ni tampoco más entradas de dinero. Woodstock de hecho no fue la excepción, la cantidad de cancelaciones de grandes artistas como Led Zeppelin, The Doors, The Byrds y hasta Bob Dylan y The Beatles son una muestra de ello. Si bien todos tenían sus razones, el hecho de asistir a un festival a las afueras de Nueva York, en una granja y sin mucha promoción no parecía ser una buena idea para la promoción de las bandas.

ninSin embargo Woodstock se convirtió en el festival con mayor congregación de la historia. Su altísima asistencia, que superó la expectativa de 70.000 asistentes a 250.000 (en algunas fuentes se dice que fueron 500.000), terminó convirtiéndose en un problema de salubridad, sanidad y en un desaseo de la granja donde fue realizado. El barro fue uno de los grandes acompañantes del festival y de hecho en su segunda versión en 1994, aunque por casualidad, se realizó un homenaje a este elemento cuando los asistentes comenzaron a lanzarse barro entre ellos y Nine Inch Nails decidió salir completamente cubierto de barro.

Para muchos Woodstock no fue nada más que una gran cantidad de hippies reunidos, oliendo horrible, y consumiendo drogas sin parar, especialmente marihuana y LSD, a pesar de que sólo se registró una muerte por sobredosis de heroína. La cantidad exagerada de asistentes obligó a los organizadores a contratar helicópteros para llevar a los artistas hasta el escenario porque las vías estaban completamente cubiertas de carros. Woodstock fue un evento sin precedentes pero que marcó un cambio en la manera en que se veían los festivales de música hasta el momento y que, a mi parecer, los convirtieron en uno de los eslabones de la cadena de valor más importantes. Inicialmente el festival no se planeó para generar ganancias, pero posteriormente gracias a las ventas del documental realizado durante el mismo evento y por los mismos organizadores, generó grandes ganancias para ellos. De hecho en 1994, en la celebración de los 25 años del festival, se realizó Woodstock II y para este evento marcas tan importantes como Apple Computers, Haagen-Dazs y Pepsi patrocinaron el evento. Para esta fecha la organización mejoró y la asistencia se planeó mucho mejor. 5 años después en la celebración de los 30 años el evento incluso se reprodujo en CD y DVD, se televisó por PPV y hoy en día se ha convertido en una organización que apoya los ideales originales del festival: “Paz y Música”. Actualmente Woodstock apoya, a través de su organización, a ONGs que apoyen, desde su perspectiva, los procesos de construcción de paz en el mundo a través de donaciones.

Para muchos analistas de mercado, como explica Diego Manrique, el comercio que se mueve hoy en día gracias a ideales definidos, tal como lo hace Woodstock, es uno de los éxitos de productos como éste y de incluso productos que se vinculan a estas ideas para llegarle a comunidades tan grandes como ésta. De manera que el festival logró algo que probablemente antes no se había hecho y que incluso hasta ahora se está comenzando a implementar por algunos publicistas: utilizar ideales para vincular marcas. Otros festivales han seguido su ejemplo y eventos como el Love Parade de Berlín utilizó la idea de promover la política en favor de la Paz y del entendimiento internacional a través de la música, cosa que le dio una gran acogida por la ciudad y por el público mundial.

De manera que, tal como hablábamos la semana pasada, los festivales tienen que buscar estrategias para que los artistas invitados tengan una mayor promoción a través del evento. Gracias a Woodstock, hoy en día muchos artistas son muy reconocidos a pesar de haber sido solamente famosos de manera local, precisamente porque son vinculados al mito de la paz y la música creado por los organizadores del festival.

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