Vitry sur Seine es uno de los municipios que componen el Distrito XIII de París. No es el lugar más común para visitar por un par de turistas que no tienen mucho tiempo. Caímos ahí por error en realidad, pero descubrimos uno de los mejores lugares para quedarse en París. El barrio solía ser un barrio obrero, pero hoy en día es más estudiantil y familiar. Queda en la tercera zona del sistema de transporte, lo cual puede ser un poco costoso, pero la estadía es muchísimo más barata por ser lejos de las zonas típicamente turísticas. Uno de sus mayores atractivos es el Museo de Arte Contemporáneo Val-de-Marne que vale la pena visitar si tiene el tiempo preciso.
Lo mejor de todo, realmente, fue el encuentro de un hotel pequeño de sólo 3 habitaciones ubicado en una casa del barrio. Es operado por los dueños del lugar quienes se encargan de ubicar a los visitantes, servirles el desayuno y hacer de guías turísticos. Sus indicaciones son realmente las mejores, gracias a la ruta que nos trazaron en el mapa recorrimos caminando (bueno y al final por el cansancio en metro también) todas las actividades más turísitcas de la ciudad, de manera que los siguientes días sólo tuvimos que volver a visitar las que más queríamos darles tiempo. El pequeño y cálido hotel se llama La Maison Bacana.
La ruta es muy sencilla: empezamos por Notre Dame, de ahí caminamos a Chatelet para pasar por el Centre Georges Pompidou, luego caminamos hasta el Louvre donde descansamos, almorzamos Kebap en los Jardins des Tuileries junto a los miles de cuervos amenazantes y después fuímos hasta el Musée d’Orly; cruzamos el Sena y caminamos hasta el puente Alexander III para seguir por los Champs Elysees hasta el Arco del Triunfo; de ahí preferimos tomar el metro hasta Trocadero donde vimos la Torre Eiffel comiendo crêpe de chocolate (recomendación: pida el crêpe con sonrisa de niño chiquito para que le pongan más nutella). Después de un rato en la torre tomamos el metro hasta el Moulin Rouge y de ahí subimos caminando hasta Mont Martre donde pasamos el resto de la tarde y noche. Esta ruta es perfecta para recorrer en uno o dos días y dedicarse el resto del tiempo a visitar los lugares que más llaman la atención o ir a otros sitios recomendados como La Ópera, los cementerios o el Quartier Latin.
París puede ser agresiva con los turistas como dice casi todos los que la han visitado, pero por alguna razón a nosotros nos trataron bastante bien y con muchísima amabilidad, tal vez se trate de eliminar los prejuicios antes de llegar a ella, de dejar pasar los malos tratos como si no hubieran ocurrido, hablar en español o francés (jamás en inglés) y disfrutar. Eso si, es bien cara, así que prepárese para una visita llena de picnics.