Uno de nuestros paseos más impresionantes de todo el viaje definitivamente fue éste. Ir al Penedes es un paseo común cuando uno quiere ir a alguna bodega de vinos en Barcelona, nosotros, sin embargo, fuímos porque encontramos un pequeño agricultor ecológico en esta zona a quien quisimos entrevistar para uno de nuestros próximos proyectos documentales.
Se trata de Ton Rimbau, un viticultor ecológico que cultiva sus viñas con técnicas de permacultura y embotella sus vinos de la manera más natural posible. Hace 7 años Ton tuvo un accidente con los sulfitos que se usan para preservar las viñas y desde entonces decidió cambiar por completo sus cultivos a unos completamente ecológicos donde no se use absolutamente nada de químicos en el cultivo, embotellamiento o conservación. Cuando uno le pregunta por su vino ecológico él responde que no es ecológico, que es natural porque es en realidad más radical, ya que los sellos ecológicos permiten un porcentaje de sulfitos, como el cobre, que él ni siquiera utiliza. De hecho tiene premios al cuidado que le dedica a sus viñas porque demuestra que sus emisiones de carbono no superan ni siquiera el 2%, cuando el permitido en un cultivo ecológico es de hasta 4% o 6% en algunos casos.
La permacultura es una manera de cuidar el cultivo como un bosque, de manera que la biodiversidad se encarga de cuidar la viña ya que lo natural es que la naturaleza se sostiene a sí misma. En sus viñas, a diferencia de la mayoría, lo normal es encontrar arañas que tejen sus telarañas a lo largo de las plantas para comerse los insectos que se comen las hojas; abejas y avispas que usan las uvas para producir la miel de sus panales; y conejos que comen la hierba que crece alrededor de las plantas. Además la tierra no la ara porque las malas hierbas que crecen alrededor, tras ser aplastadas contra el suelo, crean una capa protectora que cuida la tierra de los rayos UV y mantiene su calidad muy alta. Esto logra que sus uvas sean lo más naturales posible y absorban todos los posibles nutrientes del suelo. Cuando sus vecinos están recogiendo las uvas él apenas está cuidándolas porque su objetivo precisamente es que logren absorber todos los nutrientes del suelo y cuando pruebas sus uvas realmente sientes la diferencia. Es tan radical con el cuidado de sus plantas que todos los bordes del cultivo debe desecharlos porque terminan siendo contaminados por el azufre y el cobre con el que rocían los cultivos cercanos, pero a diferencia de las hojas azules que ves alrededor, las de él son verdes, marrones y amarillas como en la vida real.
Utiliza técnicas con el color para proteger sus uvas y rocía con agua que tiene restos de polillas para que las otras no se acerquen a comerse las hojas. Las recoge de noche, cuando la marea está baja y cuando su calendario lunar le indica que es el momento para lograr el biodinamismo más preciso posible.
Sus vinos los embotella en envases de cerámica, de manera que ni siquiera tiene que trabajar en sulfitos para la conservación del corcho o de la luz y los conserva en bodegas bajo agua para que la temperatura sea constante a unos 20°. Es un trabajo increíble, que nada más con hacer una rápida visita abre la mente de todo quien lo escucha hablar por su amor por la tierra, por la naturaleza y por la biodiversidad. Él y sus vinos son símbolo del cuidado real de la naturaleza.
Ese día en que estuvimos recorriendo todos sus cultivos y entrevistándolo por cada detalle de su trabajo nos llevó a comer con su familia. Probamos el mejor Fideúa del planeta hecho por su madre y hermana, verdaderas catalanas alejadas de la influencia turística que es evidente en una ciudad como Barcelona y lo sirvieron con la sorprendente amabilidad que da el campo. Nos llevó a conocer su próximo paso en la conservación del vino que será con Huevos gigantes de cerámica que lograrán darle un añejamiento perfecto a través únicamente de las propiedades y sabores de la uva, nos dio una rápida clase para degustar sus vinos que son mejor consumidos con un buen arroz y finalmente nos contó sobre sus planes para convertir sus viñas en visita turística para que quienes les interese el tema conozcan este nuevo modelo de sostenibilidad económica, social y ambiental.
Así que si visita Barcelona, lo invitamos a buscarlo en su página web para que le de una rápida visita a la viña ecológica más natural que existe o a buscar sus vinos Porcellanic para que conozca este nuevo sabor sorprendente.