La primera esquina Europea: Porto

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¡Comenzó un nuevo Trip!, pero esta vez nos fuimos para Europa, a lo largo de los próximos meses les estaremos informando sobre nuestras aventuras, recomendando lugares para visitar y contando alguna que otra infidencia de lo que logremos documentar del viaje. Como siempre, cada jueves les contaremos un pedacito de nuestro viaje y…, sin más preámbulos, disfrútenlo.

El viaje, para hacerlo lo más “de una esquina a la otra” posible, empezó en Portugal. Una pequeña ciudad, que en realidad es la segunda del país, llamada Porto. Como la mayoría de ciudades pequeñas es bastante acogedora, la gente es muy amable y la facilidad de movilidad es impresionante (especialmente para un par de rolos que se impresionan con recorrer una ciudad de punta a punta en menos de una hora). Hay que aclarar que en realidad solo hay dos líneas de Tram y una red de buses que rara vez llegan al pleno centro, pero la ciudad por ser pequeña no necesita de más.

4581469Para nuestra sorpresa el alojamiento no era tan caro como esperábamos, y aunque veníamos preparados para hostales europeos de habitaciones compartidas, en Porto logramos quedarnos en una hospfilename-dsc-0100-jpgedería. No era la más bonita, es más, creo que no puede ni siquiera entrar en la lista de los mejores lugares de la ciudad, pero por el mismo precio que habríamos tenido que pagar en un hostal para una persona teníamos una habitación privada bastante limpia, baño privado con jabones y shampoo y un pequeño televisor dentro del cuarto (lujo que en Europa toca aprender a valorar). De todas maneras, en caso de que no vengan en pareja y prefieran la experiencia de conocer gente en un hostal, las dos mejores opciones son Yes! Hostel y Oporto House.

Porto tiene bastantes atracciones aunque se puede recorrer en dos días. Lo más recomendable es ir a la desembocadura del Río Duero donde las olas estallan contra el rompeolas de seguridad construido para la constante entrada y salida de barcos, visitar la Casa de Cristal que es un coliseo cubierto por una fachada de cristal y que está dentro de un parque lleno de todo tipo de pájaros. También es importante bajar al río por los callejones de la montaña donde está La Catedral y luego subir al centro por las calles principales para poder tener una buena perspectiva del casco antiguo que está declarado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. En el puerto hay varios restaurantes donde pasar una buena velada, recomendamos especialmente Peters Café Sport, reconocible fácilmente por la ballena en el aviso de la entrada, y además es importante ver la gran cantidad de puentes que cruzan el río que los dejarán boquiabiertos.

imagesEn cuanto a la comida tenemos que recomendar la Francesinha, un plato portugués muy sencillo pero increíble. Es un sánduche de tres tipos de carne completamente cubierto por queso derretido y por una salsa diferente en cada restaurante. La mejor que probamos fue en pleno centro en un restaurante frente a la plaza del reloj. A este plato hay que añadirle, obligatoriamente, una botella de vino Alvarinho de bodegas del norte del país.

Aunque debimos haber ido a Lisboa, seguimos nuestro camino a Salamanca, España. Está a menos de 200 km y es una ciudad del Norte de Castilla y León que normalmente no se visita en un “EuroTrip” pero que no está de más incluirla en el recorrido. Llegar es realmente fácil, existen facilidades de transporte en tren y bus que no cuestan mucho, así que…, próxima parada: Salamanca.

Algunas de las fotografías son cortesía de Laura Torres

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