Debo confesar que desde tiempos remotos no prendo un televisor en canales nacionales. Las telenovelas que recuerdo datan de la época de ‘Yo amo a Paquita Gallego’, ‘Betty la fea’ o ‘Los Reyes’ y aunque con seguridad son de momentos totalmente distintos de la historia de la televisión criolla, es lo poco que recuerdo de las épocas gloriosas en las que Fernando Gaitán era un ídolo. Luego, no sé bien por qué, abandoné todas las producciones nacionales. Muchos de nosotros, usted también, lo hicimos y nos pasamos a la televisión por cable para nunca abandonar las series gringas de las que somos asiduos fanáticos. Triste o no, es la verdad, y aún hoy en día preferimos los productos de entretenimiento internacionales.
Recién el fin de semana hablaba de la expectativa de la producción y del porqué hay que verla si se tiene amor a la camiseta tricolor. Sin duda, el primer capítulo dará un rating exorbitante desde todos los rincones y estratos del país, y en eso Caracol se anotó un hit. Ahora, el problema será que se mantenga y que si el narcotráfico movió tanto público con Pablo Escobar, el fútbol pueda mantener capturado a sus espectadores. Sin embargo, eso es ya otro tema.
En segundo lugar, y si el sentimiento patriótico no se ha movido en su interior por los pequeños pasos que nos alejan de estar en el próximo mundial, usted deberá ver el lanzamiento para comprobar que detrás de la producción hay un gran equipo humano que se ha dedicado a escudriñar en las vidas de los jugadores y sus familias para crear un perfil lo suficientemente fiel e interesante, pero que además promete contar lo que hasta ahora desconocemos. Por lo menos yo, después de muchos años de no hacerlo, esta semana estaré pegada a un canal nacional esperando el primer capítulo de ‘La Selección, la serie´. Después de todo nuestra idiosincrasia también es cultura detrás del telón.
