“Alex – And the first thing that flashed into my gulliver was that I’d like to have her right down there on the floor with the old in-out, real savage.”

Historias del Kronen fue la primera novela de José Ángel Mañas. Llegó a ser finalista del premio Nadal en 1994, al año siguiente fue adaptada al cine por Montxo Armendáriz y ha sido traducida a alemán y holandés. A algunos de nosotros puede que nos de igual si al tipo lo leyeron en húngaro o afrikaans, a fin de cuentas Cincuenta Sombras de Grey generó un desvergonzado aumento en las ventas de consoladores y juguetes sexuales, y aquí no lo hemos reseñado. Entonces ¿para qué se molestaría alguien en reseñar una novela que ya tiene un poco más de 18 años y cuya película no incluye ni a Antonio Banderas?

El interés de El Chorro con Historias del Kronen no es otro más que difundir una novela que es como una montaña rusa: puede producir vómito o vacío placentero, todo depende de su estómago.

Carlos, el más enfermo y vacío de los personajes, describe sórdidos episodios en los que las convenciones sociales y la racionalidad desaparecen. Un grupo de pubertos  y precoces madrileños son descritos en párrafos casi pornográficos, diálogos crudos y un ambiente estéril; pero en ellos está presente el testimonio de una generación demasiado cómoda para darle sentido alguno a su vida.  Una novela que no se complica con rimbombantes imágenes poéticas, y prefiere escupirle al lector la frialdad de la juventud madrileña de los 90.

José Ángel Mañas se convierte en muestra de una generación de escritores que tuvo que experimentar la transición de la dictadura de Francisco Franco a la apertura de España al mundo. Una serie de autores que vivieron el conflicto entre la represión de un modelo ultra-conservador,  y el auge de las drogas y la liberación sexual en el resto del mundo occidental. Historias del Kronen retrata una juventud inhumana, inconforme y violenta, un recuento de sólo sexo, drogas y rock and roll.

Nos gusta ver la frivolidad retratada y compararla con la desidia local,  eso está claro, por eso recomendamos la lectura de  Historias del Kronen  y que su estomago de la última palabra.