Norah Jones: Excelente presentación, pésimo evento

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Norah Jones estuvo en Bogotá hace 8 días en el recorrido de su gira mundial presentando su último disco “Litlle Broken Hearts“. Su presentación, como siempre, estuvo impecable.  El escenario, digno de las mejores salas de concierto del mundo, de los mejores teatros, es un espacio minimalista dedicado a la buena música. Desde el techo cuelgan unas grullas de papel en origami con luces que cambian de color a lo largo de la presentación dándole al concierto una tonalidad especial a cada canción.

El público le aplaudió, le gritó, chifló y ovacionó como si fuera una artista de rock. Cada canción, a pesar de la tranquilidad con que es tocada, emocionó a los asistentes hasta hacerlos gritar. Definitivamente, Norah Jones, se ubica entre las artistas más importantes que han pasado por Bogotá.

Su disco tiene ambientes que aún evocan el Jazz neoyorquino de los 90 y el Soul que le dieron la fama con temas como “Sunrise” o 67362_23450_1Don’t know why” pero esta vez trae una propuesta más universal y mucho más enfocada a ser presentada en grandes festivales, por lo cual no sorprenderá que el próximo año la veamos durante varias presentaciones en festivales de primavera europeos.

Sin embargo, la organización de Evenpro y Front Man Productions, estuvo peor que deficiente. La entrada se realizó 30 minutos después de lo citado mientras varias personas se saltaban las filas. Luego hicieron esperar a los que compraron preferencial en una nueva fila mientras ponían las sillas de VIP y organizaban a los asistentes que compraron esta localidad. A las 9 empezó Stephanie Cayo y a los 15 minutos tuvo que pedir silencio a los miles de asistentes que entraban a la bodega mal adecuada que escogieron para realizar el concierto. Muy a pesar de su voz, el respeto con la actriz fue el mínimo por parte de los organizadores que debieron haber tenido todo listo a las 9 en punto. Las sillas ni siquiera estaban organizadas y a las 9:20 todavía había personas tratando de organizarse para sentarse; la pobre Cayo tuvo que bajarse del escenario sin que muchas personas se dieran cuenta.

La bodega, utilizada para exhibiciones de vehículos y de productos agrícolas, tiene unas columnas en la mitad que seguramente le taparon la vista a más de uno en el público.

Norah Jones, uno de los mejores espectáculos que ha pasado por la ciudad y que debió presentarse en un espacio como el Jorge Eliécer Gaitán, el Julio Mario Santodomingo o hasta en el Palacio de los Deportes, tuvo miles de problemas por culpa de unos organizadores que creen que organizar un evento es pedirle a TuBoleta que venda unas boletas y traer un artista de gran nombre norteamericano y no preocuparse por el resto de temas (que son muchísimos).

Por lo demás, acá les queda una muestra del penúltimo video del disco de la señorita neoyorquina Jones.

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