Nunca me voy a olvidar de una frase que me dijo alguien que considero particularmente sabio. Sus palabras textuales fueron “Don Niko…, eso deles juete como un verraco”. Él estaba contestando una pregunta que le hice acerca de lo que debía hacer para que una mujer que me encantaba me parara bolas. Él simplemente respondió con esa frase majestuosa, y desde entonces mí vida no es igual. Tengo algo visionario llamado “CLARIDAD”.
“CLARIDAD“ comprendido como concepto que ciertos escritores “Nueva Era” definen como uno de los secretos de la ley de atracción. En este caso es atracción entre personas. Este “secreto perdido” implica que identifiquemos cuáles son los paradigmas que impiden nuestro avance y felicidad, y luego de quitarse la timidez actuar con total impulso.
Mí amigo tiene 70 años, tiene encima un sólido matrimonio de 45, adora a su esposa de quien asegura “es la mejor mujer del mundo, y me dió tres maravillosos hijos”. En su “Curriculum Vitae” tiene pensión de Sab Miller ya que manejó camiones repartidores de cerveza durante 30 años (es decir este man por eso es mi ídolo: hacia lo que le gustaba, repartía lo que le encantaba, y encima de todo le pagaban). Hoy en día sigue trabajando manejando su propio taxi, tiene un poco de presbicia, el pelo blanco, y tiene la manía de pitar por todo y quedarse dormido dentro del taxi cuando está esperando a sus clientes.
Este ex – Don Juan me ha llevado por todo Bogotá (desde Ciudad Bolívar, al aeropuerto, al centro, al Norte, y hasta sectores de rumba pesada), mostrándome las casas de sus amantes. Las ejecutivas que trabajan en emporios financieros, barrios residenciales, los de mala reputación, las casadas, las monjas de colegios, las ventanas y balcones de sus ex novias por donde se escapa de suegros y padres celosos. Básicamente este amigo de clase y prestigio, es como una versión criolla y divertidadísima de CASANOVA.
Una de sus historias más impactantes fue cuando se convirtió en el amante de una ejecutiva estadounidense. En los 80´s fue designado como el conductor oficial de una gringa que llegó por un mes a Colombia, la vicepresidenta de Chase Manhattan de Nueva York. Un día esta ejecutiva de un perfil bastante alto para su acostumbrado paladar femenino lo intentó seducir en un spanglish que por lo menos imitaba las bondades de cómo en Estados Unidos se emplean las manos para el placer masculino. Él se hizo el rogado el primer día, pero más por motivos estratégicos que por decencia; la doble intención era provocarle aún más caprichosos lujuriosos.
Ella, muy sorprendida, lo invitó a su habitación de hotel el segundo día, y por segunda vez se hizo rogar. “Como midiéndole el aceite”.
“Se hizo el difícil”.
La tercera noche ya no podría negarse o la perdería definitivamente. Sin embargo, esa noche no recibió ninguna insinuación lujuriosa. Sorprendido Don Verraco tuvo entonces que sacar sus armas de seducción. La escena ocurrió en plena 85, al lado de TODELAR, lugar en el que parqueó su taxi y la sedujo como todo un espécimen de macho alfa colombiano. La gringa aparentemente insatisfecha o con necesidad de disfrutar de más placeres, lo invitó a pasar 4 días en Londres con todos los gastos pagos para tener un “affaire”. Ni corto ni perezoso, aceptó la invitación, le inventó a la esposa un viaje a Cundinamarca, y además le trajo regalo y todo. Su descripción de Londres fue muy sencilla pero directa: “Eso hace un frío muy berriondo….pero es que las viejas son muy berriondas Don Niko”.
Para mi su estilo, slogan, y actitud hacia la vida me aclararon la manera en que uno debe vivir. Creo que uno puede tenerlo todo sin tener que dejar cosas de lado: el amor verdadero, el placer, la buena onda y el optimismo, y la única clave para tenerlo es la actitud para gozar una vida sexual plena.
Por: El Man Furia. Nicolás Arturo
Ilustración por: Daniela Garavito