Juepucha, hace como diez años que no oía eso!

Sus instrumentos no son dos teclados, un computador y una consola de sonido. Sus instrumentos en realidad son los sonidos de la memoria colectiva. Por eso es que cada vez que De Juepuchas se sube a escena los asistentes primero escuchan con atención como cuando uno trata de recordar algo muy lejano y después, a medida que el show avanza, el público deja de ser un simple espectador y empieza a involucrarse en las mezclas de estos dos músicos. Con diferentes elementos que ponen a disposición del público, De Juepuchas logra compenetrar a su público en cada concierto como en una fiesta de amigos del colegio y familiares muy cercanos. En las últimas canciones siempre escucharemos la voz de alguno de ellos “freestaliando” al ritmo de los recuerdos colectivos mezclados con sonidos electrónicos.

Por eso el nombre no es gratis. “Juepucha!” es la perfecta expresión para definir la música de esta banda que más que una simple propuesta musical es una propuesta de reconstrucción de la memoria social (memoria que los colombianos tendemos tanto a olvidar), es una experiencia conjunta hecha con ruidos de recordatorios que pone la mente a bailar al ritmo de sonidos como el de “Sammy el Heladero”, los gritos de Jorge Barón o los 64bits de Nintendo. De juepuchas, el primer abanderado de la Casa Matiz y Semblanza, es nuestro recomendadísimo del mes.

Actualmente están trabajando en su siguiente disco, en conseguir recursos para representar este país en el festival South by South West. Por ahora, les regalamos “La experiencia Nanay Cucas” para que se deleiten con sus propios recuerdos.

Por: Daniel Cortázar T., @decortz

One Comment Add yours

Leave a Reply