Como muchos saben, el Marqués de Sade fue un contestatario que si bien siguió las ideas de la revolución francesa, terminó peleando contra el imperio, y precisamente él dentro de la obra de Weis escribe y dirige la historia de Marat, uno de los personajes más aferrados a las ideas de la revolución. Durante la obra veremos cómo las dos personalidades chocarán entre idealismos radicales y cómo los locos del asilo terminan siendo manipulados por ambas ideas. La densidad de la obra no es mayor a la densidad de realidades como las de nuestro país.
Ricardo Camacho, amante del autor y la obra, decide montar Marat – Sade después de mucho tiempo con el apoyo de un grupo hoy en día muy bien constituido y agrandado gracias a la entrada de varios de los estudiantes de la escuela al grupo. El montaje que propone es sobrio pero directo y busca tocar de manera detallada los temas principales de esta obra e impactar al público de entrada.